sábado, 7 de junio de 2008

Así

9-4-2008
Como el ocaso de los dioses,
como el susurro de la noche,
como la luz que no ilumina,
como el final de todo goce,
como una flor que es sólo espina.

Como resucitar en vida,
como llorar por tu alegría,
como cuando sangro por tu herida
y sólo mana sangre fría.

Como un mundo que se escinde,
como la tierra que se separa a mis pies,
como tu corazón, que no se rinde
ante mí cuando me ves.

Como el Dios en que no creo,
como el destino del que escapo,
como cualquier fatal deseo
en el que, a veces, me atrapo.

Como el Antártico en estío...
así de triste, oscuro y frío.

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