sábado, 4 de abril de 2009

Sirenian Shores


04/04/2009

I

Cálidas arenas,
plácidas las costas
blancas donde impostas
cánticos de penas.

Cálidos, plácidos cánticos
dan vida, ritmo al Atlántico.

Críptico cantar,
místico misterio;
rítmico pesar,
mítico adulterio
entre tierra y mar.

Críptico, místico, mítico,
un penetrar siempre rítmico;
fálicas olas del mar.


II

Oigo tu canto es tan bello,
veo tu canto un destello
de poesía, fuego y mar.

Siento tu pena es tan triste,
que hasta ese mar que te viste
amenaza con llorar.

Te oigo y lloro.
Me enamoro
de la idea
de tenerte.
Haz que crea
poder verte.

Te oigo y sufro;
y camuflo
sentimientos
imposibles
bajo gestos
impasibles.

Mientras, tú cantas
cuentos de hadas,
no son factibles.

Mientras, tú nadas
y te adelantas
hasta la playa.

Hasta el mar calla,
yo sólo espero
oír “te quiero”.

 

III

Toma mi mano, sígueme,
acaso no me ves como en tu sueño;
persígueme,
poniendo en la labor todo tu empeño,
en un mar de plata que luce
plácido,
iridiscente
y, de repente,
se vuelve áspero,
ácido.
Es sangre caliente,
un rojo diáspero.

Esconde la muerte
el mar en su seno,
bebe mi veneno
y te harás más fuerte.

Persígueme,
elígeme,
soy lo que tú buscas
a todas horas,
la muerte
qué importa.
Nunca me has tenido
y aun así me añoras.

Ven a mi mundo sin sol,
ven a mi mundo sin aire,
donde seré yo tu alcohol,
te embriagará mi donaire.

Ven a mi mundo sin sol,
ven a mi mundo sin aire,
donde seré yo tu estol,
donde seré tu socaire.

Ven a mi mundo.
Cada segundo,
es importante.

Ven conmigo ya,
deja de luchar,
nada hacia delante.

Hazte el dueño
de tu sueño,
sé mi amante.

 

Come to me
come into the deep,
to a place where sea
is all, not only a dream.

Left this shore,
days of yore.
Come to me,
ours' the sea.

Larga mentira en latín

2-4-09

Pequeños poemas en prosa
y larga mentira en latín;
un verso marchito, cual rosa
y en mi soledad un fortín.

Y nunca ya es lo que parece,
la mancha roja no es carmín.
Mi vieja poesía merece
morir cuando le llegue el fin.

Tus dos ojos, tus dos labios

2-4-09

Con dos ojos
que son mares,
tus antojos
tempestades
que amenazan
marejada
y una lluvia azul
salada
como tul
cubre a amada.

Como dos lanzas
con que me alcanzas
son tus miradas,
con las que hieres,
con las que muere
mi alma
con calma
porque te quiere.

En tus dos pozos
me ahogo gozoso.
En tus dos fosos
que llamas ojos
me entierro y muero;
en tus dos ojos
de mar y acero.

Y peno y rabio;
pruebo el oprobio
que hay en tus labios.

Me embriago sobrio
sólo con odio.
Y me emborracho
con el espacio
que cuando besas
hay en tus labios,
que como fresas
se abren, despacio.

Y bebo el licor que destila tu boca
y siento el dolor cuando tu odio me toca.
Intento llegar hasta un pecho de roca
mas he de cejar, ilusión vana y loca.

¿Por qué?

2-4-09

Porque yo te busco
pero no te ubico,
porque yo me postro
pero no suplico
cuando veo tu rostro.

Porque no me elevo,
porque no me atrevo
a tocarte,
a mirarte,
a decirte
que me amaste;
flirte-
aste
impunemente
un instante
y me olvidaste.

No te beso, muerdo

28/03/2009

Noto que me toca
tu lengua, lamiendo.
No beso tu boca,
sólo estoy mordiendo.

No te estoy besando,
sólo muerdo, muerdo
con gesto nefando
labios que recuerdo.

Esto no es un beso.
En tu boca busco
con un gesto brusco
algo de alimento.

De tu boca preso,
con tu voz me drogo
y cuando me ahogo
inhalo tu aliento.

Sólo como, como;
sólo muerdo, muerdo.
Ya nunca me asomo
a un mar de recuerdos.
Sólo hiero, hiero;
sólo me alimento.

Si he de ser sincero:
sólo miento, miento.

Sólo busco en tu boca voz,
sólo busco en tu boca labios,
y sólo encuentro el atroz
recuerdo de tus agravios.

Sólo, a dentelladas,
me trago mis celos,
mis cuentos de hadas,
todos mis anhelos.

Sólo no te muerdo
cuando me embeleso,
sólo si me pierdo
en viejos recuerdos,
sólo entonces beso.