martes, 8 de mayo de 2012

De un solo bocado

25/02/11

He mancillado
con cruel indiferencia
cualquier recuerdo tuyo.

He respirado
tantas noches tu esencia
que ahora la rehuyo.

Sé que a tu lado
la voz de mi conciencia
se queda en un murmullo.

Cualquier enfado
que estalla con violencia
es un recuerdo suyo.

Un dios ajado,
que en su impotencia
te hiere con su orgullo.

Ya se ha marchado
con la cadencia
de un cruel arrullo.

Y me ha arrancado,
con un solo bocado,
un corazón que, arguyo,
no ha sido de su agrado.

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